"Todos vivimos nuestra
vida, pero normalmente no vivimos la vida que deseamos. Intentamos
hacer lo que tenemos que hacer sin pensar y mirar dentro y ver lo que verdaderamente desearíamos hacer"
Está claro que desde que
comenzó la crisis, también nos está tocando a nivel muy personal y
que vemos gente que hace cambios en sus vidas de manera espectacular,
impulsados por no sabemos qué fuerza y que algo nos indica que
nosotros también queremos hacer algo así. En el fondo, te gustaría
vivir un estilo de vida que te hiciera feliz. Y así te pasas un
tiempo entre el deseo y el anhelo. Hasta que te dices a ti mismo:
basta.
Y llega un día en que
decides cuidarte y buscar la armonía en tu vida, bien sea a nivel
personal, laboral, pareja, con amigos, etc. Te planteas qué quieres
hacer y hacia dónde quieres ir. Saber
de qué lugar partes, para poder así definir qué trayecto debes
seguir.
Pero te falta el empuje y deliberar correctamente cual puede ser tu
plan de acción y si estás en el camino correcto. Sí,
efectivamente, esto último es una de las cosas que más suelen
preocupar: ¿estoy en el camino correcto? ¿merece la pena?... Eso no
tiene una respuesta directa en el presente, más bien cuando ya
llevas pasos o un pequeño recorrido, o quizá cuando ya está hecho
el recorrido y te encuentras en la meta.
Yo siempre digo que no
hay mayor frustración que la de no haberlo intentado y si algo te
empuja, no debes quedarte con las ganas. Pero siempre desde la
congruencia y la ecología de vida. Esto siempre me anima a no
hacerme demasiadas preguntas que bloqueen o me hagan dudar.
La figura de un Coach
siempre es importante en este momento, porque con él vas a
pensar de manera correcta, pero sobre todo va a ayudarte a poner
conciencia y ecología en tus objetivos y tu plan de acción. Te va a
escuchar todo cuanto le planteas y te lo va devolver en forma de
feedback para que tu lo veas desde otra perspectiva, te va a ser de
gran ayuda como espejo, te va hacer preguntas que requerirán
respuestas congruentes y en consecuencia te ayudará a reflexionar
tanto, que al final te sentirás orgulloso de haber logrado realmente
por ti mismo aquello que deseabas. Porque el proceso, el camino y los
resultados, siempre estarán en tu mano.
Esto te va a servir de
gran ayuda, porque crea en ti una base, unas pautas que te
servirán para toda la vida y que cada vez que te plantees
cualquier otra cosa, siempre estarán presentes en tus otros
recorridos: las creencias que te limitan, la congruencia a la hora de
tomar decisiones, las consecuencias, crear tu plan de acción,
implementar sobre la marcha, dar los primeros pasos y no esperar a
tenerlo todo perfilado (aunque estés en la incertidumbre), enfocarte
en tus nuevos objetivos y con la inquietud de que al final te
sentirás muy satisfecho. Y recordando siempre que sin acción no
hay aprendizaje ni resultados.
Y así, me atrevo a
decir, que el Coaching es un estilo de vida. Que cuando uno
hace un proceso de coaching te puede llegar a cambiar tanto la vida y
en consecuencia sentirte tan satisfecho, que ya no hay parón. Ahora
quieres cambiar otras parcelas de tu vida, crear otros caminos y
experimentarlos. Crear tu propio estilo de vida y ser feliz con
quien eres, con lo que haces, lo que piensas y lo que sientes.
Nada te hará sentir más en centrado ti mismo, seguro y satisfecho.
Primero fue un proceso
que nació de una inquietud de cambio y luego ya fue un estilo de
vida.
Hay muchas personas que
hemos experimentado cambios tan grandes e increíbles que un día
decidimos ser Coach Profesionales y ser el punto de conciencia para
otras personas que desean hacer cambios en sus vidas, agentes del
cambio. Algunos nos llaman soñadores o ilusos, pero nosotros
sabemos bien por experiencia propia cual es el proceso y que todo
cuanto uno se proponga en la vida por imposible que parezca, se puede
conseguir. Y la clave está en hacer que nuestros clientes generen y
experimenten por si mismos, con su propio trabajo y sus propias
habilidades y herramientas personales, los cambios que desean en sus
vidas. Hacerles ver su potencial y que ellos brillen por sí
mismos.
Yo soy coach profesional
y me siento orgullosa de serlo. Un día comencé a generar cambios y
hacer con mi vida lo que yo deseo, siempre desde la coherencia y la
integridad. Esto ya no tiene fin, porque cada día realizo cambios
pequeños que me llevan a los grandes. Ayudo a otras personas a
generar cambios, pero sobre todo tengo tan asumido el coaching en mi
vida que me sale por los poros de mi piel, cuando doy clases, cuando
hablo con amigos o familia, cuando medito, en reuniones de trabajo,
en claustros, etc. No lo puedo evitar: ¡soy coach “hasta las
trancas”!... * Y por ello, me siento Luz.
Por Marla Sánchez
Coach Holístico Sistémico
Coach Holístico Sistémico
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