miércoles, 11 de marzo de 2015

SER BELLO, PERO TAMBIÉN BELLO EMOCIONAL


 ¿Te has preguntado cuál es la imagen que proyectas a los demás? ¿La imagen que proyectas es congruente con la forma en que quieres que los demás te vean?



Todo lo que nos rodea es imagen, porque todas las ideas nacen de un pensamiento que, gracias a un proceso mental e inteligente de nuestro cerebro, se convierte en un concepto, y esta a su vez en una imagen gráfica. La forma en que nos proyectamos y la forma en que los demás nos perciben influyen de manera determinante en nuestro crecimiento profesional y en la seguridad personal.


Nuestra manera de mostrarnos ante los demás, externamente tiende a convertirse en un reflejo de nuestros pensamientos y deberíamos esforzarnos por descubrir si hay un desequilibrio entre lo que aparentamos, lo que quisiéramos ser y lo que realmente somos.


La frase popular “como te ven, te tratan” tiene mucho de cierto, en especial en el ámbito social y laboral. Si bien en los últimos años las reglas o códigos de vestir se han flexibilizado, aún es vigente que la forma de vestir, hablar, escribir o comportarse en general, refleja mucho de cada persona y, sin lugar a dudas, genera reacciones de aceptación o de rechazo.

La vida nos presenta retos, incertidumbre y pérdidas y, como las personas somos la media del entorno que nos rodea, nos contagiamos los unos de los otros con nuestras emociones y creencias, por lo que nuestra inteligencia social tiende a imitar y a conformarse con lo que hace la mayoría a nuestro alrededor.

Hay un factor que dispara la capacidad de superación de obstáculos de las personas: es el afecto de los demás, y tiene un gran impacto en nuestra autoestima y nuestra motivación.
Cómo nos valoramos a nosotros mismos y en las ganas que tenemos de retarnos y de lograr metas, las expectativas (como nos ven, como nos valoran), lo que los demás esperan de nosotros, … todo ello nos mueve para bien o para mal y son una forma de esperanza, porque los humanos necesitamos que nos den alas.

Hoy en día vivimos en una sociedad en la que todo va muy rápido; hemos pasado de una revolución industrial donde todo era mecánico a una revolución tecnológica donde tenemos toda la información en nuestro teléfono móvil y esta tiene un impacto brutal en el mundo y en las personas.


Antes, las personas tenían dos pares de zapatos, dos vestidos y un abrigo; hoy en el armario de cualquier persona hay 20 pares de zapatos, 8 jerséis, 10 camisas, etc. Cada mañana tenemos que tomar decisiones rápidas sobre qué estilismo elegir, cómo nos maquillamos o peinamos, qué complementos quedan bien, y toda esta toma de decisiones nos causa estrés y ansiedad, y no nos damos cuenta. El trabajo del Coach en imagen es ayudar a las personas a manejar esa información, a equilibrar a las personas y fijar metas,  a alcanzarlas y a producir resultados rápidos. Y, como dice mi maestro de Coaching: si tú cambias, todo tu entorno cambia.


              Pilar Verdú.  
              Nº socia: 1425 

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